jueves, 8 de marzo de 2012

Cuando No Hay Esperanza


Creo en el sol, incluso cuando no está brillando.
Creo en el amor, incluso cuando yo no lo siento.
Yo creo en Dios, incluso cuando está en silencio.
                                                                                                                         
 


         El padre de la autora del estudio libro de Ester dijo que había visto la inscripción de arriba escrita en la pared de una prisión de los Nazi a la que él ayudó a liberar. Su padre escribió esto: “Yo siempre creeré que vi el lugar donde esto fue escrito por primera vez.
 Nadie sabrá nunca si el prisionero sobrevivió. Las condiciones eran tan horribles y los prisioneros estaban tan cerca de la muerte. Mi unidad, una parte de la  División 45 de Infantería (Los Thunderbirds), tomó a este campo de concentración alemán a los pocos días del final de la Segunda Guerra Mundial en Europa. Esta fue la última cosa que hicimos al final.”
Vuelve a leer las primeras tres líneas de la lección de hoy. Allí lo tienes: El libro de Ester en una palabra. Esas tres líneas predican con un poder atómico el mensaje sin igual de providencia. Como pueden observar, esas palabras vienen de un judío deseando a un Libertador! Un rabino en Jerusalén, definió el holocausto así: “Nuestro Libertador, si vino. Sólo que vino un poquito más tarde de lo que esperábamos.

 Si el enemigo se hubiera salido con la suya, ninguno de nosotros hubiéramos sobrevivido. Pero aquí estamos”
Si nos ponemos a pensar en la providencia de Dios interviniendo a favor de su pueblo, vemos a un Dios que cumple su convenio con sus hijos. Un Dios que siempre viene a salvar a los suyos. Oh cuán bendecidas somos de tener un Dios que puede mover montañas o simplemente hacer que un rey pierda el sueño. Dios puede darle la vuelta a todo!

"Lo imposible para los hombres es posible para Dios," respondió Jesús.

                                         Lucas,18:23





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